La Chancha

En realidad una de ellas, ya que hubo otras, incluso ochentosas, como la Chancha Arregui, o, ya noventosa, la Chancha Mazzoni.

Hecha esta disquisición innecesaria pero conducente a los fines del post (?), continuamos con el homenajeado en cuestión.
Idolo en el club en el que surgió y referente indiscutido de otro club grande posteriormente. Jugador con unos cuantos partidos en la selección nacional, que luego llegó a jugar en un tercer equipo grande. Como carta de presentación no es para nada despreciable.
Sin embargo y pese a no tener graves problemas físicos (al menos que yo recuerde) su carrera fue relativamente corta, sólo 12 años.
Hijo de un futbolista que anduvo por Lanús, Almagro y el fútbol portugués, y hermano de Osvaldo Ricardo, uno de los campeones del mundo juveniles en 1979 (junto a Maradona y Ramón Díaz), y que además jugó en San Lorenzo, Huracán, River y Racing, entre otros equipos.
Jorge Roberto Rinaldi, de él se trata, debutó en primera en la peor época de San Lorenzo, en 1980, cuando el viejo Gasómetro ya no existía, y poco antes del único descenso cuervo en la historia.
A fines de 1981, y ya con el descenso consumado, la dirigencia del CASLA quería dejarlo libre, o al menos cederlo a préstamo, no le veían pasta para jugar en una categoría mucho más dura como era la B.
Finalmente se quedó, y fue gran figura y el goleador del equipo (con 16 goles) en el San Lorenzo campeón de la B en 1982. Siguió en Boedo como referente del equipo que en 1983 estuvo a punto de ser campeón ya en primera A, pero que finalmente fue subcampeón del Independiente del Pato Pastoriza
En ese tiempo ya solía integrar, cada vez más a menudo, las listas de convocados por Carlos Bilardo para la Selección Nacional. Integró el plantel que disputó las eliminatorias para México ´86, pero jamás tuvo un papel especialmente destacado con la camiseta argentina, y finalmente quedó fuera de los 22 que terminaron consagrándose campeones del mundo.
En 1985 terminó su etapa en San Lorenzo. La relación con los dirigentes eran cada vez más tirante, y la Chancha terminó comprando su pase, para recalar luego en el Sporting de Gijón. En España directamente no anduvo bien, jugó menos de 10 partidos y rápidamente regresó al fútbol argentino. Pero no fue a San Lorenzo, sino a Boca Juniors.
Seguramente su mejor etapa fue con la casaca azulgrana, pero la mayoría de mis recuerdos sobre Rinaldi son con él vistiendo la camiseta xeneize.

No eran años buenos desde lo deportivo en la Ribera. Los técnicos (Di Stéfano, Zanabria, Lorenzo) se sucedían con una velocidad casi racinguista (?), en el arco seguía un Hugo Gatti ya cuarentón; la defensa, salvo algún hallazgo ocasional,normalmente daba asco; el mediocampo no era malo pero en general era más bien liviano, y lo mejor que tenía era el ataque.

No es casual que todos los jugadores boquenses que ya he recordado en este blog (salvo Musladini, pero fue recordado por otros motivos) hayan integrado la delantera, Graciani de 7, Rinaldi de 9, y Comas de 11, más Carlos Tapia como 10 asistidor.
En el xeneize anduvo muy bien, convirtió muchos goles y fue muy querido por la hinchada, como ya dije, se entendió a la perfección con sus compañeros atacantes, pero el paso fue corto, menos de tres años, del 85 al 88.
Para la temporada 88/89 pasó nada menos que a River. Hugo Santilli gastaba sus últimos cartuchos como presidente del club de Nuñez intentando armar un equipo de estrellas conducido por César Luis Menotti. El proyecto no funcionó y lo único que se consiguió con ese combinado estelar (?) fue ganar la Liguilla Pre-Libertadores, ya con Mostaza Merlo como DT, contra Boca en un tercer partido final jugado en cancha de Vélez que fue, a su vez, el úlitmo partido de Daniel Passarella como futbolista. El Gordo (como también se lo llamaba) no desentonó con el resto del plantel, y se sumó a la amargura generalizada.
Pasó entonces al fútbol turco, al Genclerbirligi (nombre que tuve que copypastear), donde, sinceramente, no sé si le fue bien o no (?) -en realidad creo entender que en la primer temporada metió 4 goles, 1 de penal, si algún turco se copa, que explique (?)-
Al final de su carrera volvió a su primer club, en 1992 firmó para San Lorenzo nuevamente, pero esta nueva etapa duró solo unos meses. Después del retiro siguió vinculado al club de Boedo ejerciendo distintos cargos.
La Chancha Rinaldi, un muy buen número 9. Con bastante técnica, potente, pero al mismo tiempo medio pachorra. No era un gran goleador (pese al puesto), pero era muy buen definidor, y, además, hacía jugar a sus compañeros, sabía y solía asociarse al juego del equipo. Con mucha personalidad, es uno de los jugadores más expulsados de la historia del fútbol argentino, la mayoría de las veces por protestar al árbitro. Como deuda, sólo ganó un título, el de la B con San Lorenzo.
Un símbolo del Boca ochentoso, y a su vez, un símbolo del San Lorenzo de todos los tiempos, no es poco.